lunes, 15 de junio de 2015

Phoenix

Por si me olvido de la humanidad en el centro de mi ombligo
Por si algún día me pierdo en el hueco de otro abrazo
y hay alguien nuevo que me besa las pestañas.
Por si algún día me elevo aplastando el hombro de alguien extraño
Por si ya no me encuentro en el camino que he tomado
Por si en mis silencios empiezo a buscar otra sombra
y no eres tu

Te escribo con a dulzura de la niña de tres años
que quería vivir enfrente de tu casa,
subir a los tejados contigo de la mano.

Te escribo desde la absoluta admiración
de quien quiere pisar las huellas de tu pasado,
de quien tiraba de la manga de otra chica en el mercado
y salía corriendo
y se abalanzaba en tus brazos
y luego flotaba,
cuando el llanto la ahogaba.

Te escribo y escribiendo me doy cuenta,
no todo es tan malo.
Llevo tus ojos, tu cara y tu genio.
Y me como el mundo cómo tú,
a bocados.

Y te quiero cómo tu,

sin pensarlo y sin remedio.

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